Carmen Victoria Méndez
El Nacional, 7 de junio 2013
Algunas telas aportan volumen por sí mismas; otras, al plancharlas, adquieren las características de un papel para hacer origami. Isabel Cisneros propone una investigación de los materiales textiles para crear obras de arte contemporáneo en su individual más reciente, titulada Ablandando hasta el agua.
La exhibición reunirá 14 piezas en la galería D’Museo a partir del domingo.
Aunque se trata fundamentalmente de esculturas blandas, algunas terminaron transformándose en dibujos, por las características de las telas empleadas.
Hace varios años que Cisneros, ceramista de formación, decidió experimentar con materiales de costura. Lo hizo motivada por las limitaciones que tienen las artes del fuego en cuanto a disponibilidad de materiales.
Todavía hago cerámica. No lo puedo dejar, pero con las telas tengo la libertad del color y la liviandad que no me da la arcilla. La cerámica me apasiona pero siempre tengo la restricción del peso, la fragilidad y lo lento que es la producción de una pieza.
Las referencias de la artista a la hora de crear con telas son dos colombianas: Olga Amaral y María Fernanda Cardoso. Ha observado cómo manejan el espacio, la repitencia y las secuencias. El resto le viene dado de su propia formación como escultora y por la opacidad, brillantez, translucidez, liviandad, densidad o plasticidad que caractericen el tejido elegido en la mercería. Cisneros presenta, entre otras obras, un volumen en forma de flor elaborado con conos cosidos y organizados en columnas, hechos a partir de una malla que se emplea en la fabricación de calzados deportivos.
Con el paso de los años me ha ido gustando más ir probando materiales, ver cómo los puedo transformar en otras cosas para las que no estaban pensados.
Una de las piezas más llamativas es una instalación de 17 gallos hechos con cierres de colores. La artista mantuvo como referencia cromática la lata de aceite de oliva, una suerte de ícono pop en tierras venezolanas. Cisneros también exhibirá una serie de dibujos creados a partir de tules colgados en la pared, y 2 piezas concebidas como pinturas, hechas con nido de abeja sobre tafetán tornasolado. Hay obras tridimensionales que parten del sistema constructivo de las churuatas. En una de las creaciones el volumen viene dado por la presencia de lentejuelas; y en otra, por los dobleces a los que la artista somete el material. El color es una de las características más atractivas de la obra de Cisneros. Viene dado por los textiles. Me permito jugar con hilos encontrados de dos tonalidades diferentes. La ventaja es que en el país se consigue mucha tela, eso te activa mucho la cabeza. Es un mundo muy amplio y variado que tiene muchas características que como artista puedo aprovechar, desde el sistema de tejido y el hilo que se utiliza hasta las distintas gamas cromáticas. Eso te abre mucho campo para la experimentación.