Micrographia. Tramas diminutas observadas mediante cristales de aumento
La obra evoca un descontinuado modo de ver, mediante una secuencia de láminas proyectadas en la pared con un proyector de diapositivas con bandeja giratoria de carrusel. Este proyector fue patentado en 1965 y ampliamente utilizado en la difusión del conocimiento. En los años 80 fue un recurso muy exitoso para los artistas, que se valieron de él para presentar secuencias de fotografía en instalaciones específicas en museos.
La reutilización de materiales ha sido una práctica muy común en mi trabajo, por lo que frecuentemente recibo objetos que están a punto de ser desechados. Entre ellos, una caja con diapositivas. Ordenándolas, me quedó la curiosidad de ver qué pasaba si aprovechaba el marco para tensar una tela como si fuera un pequeño tambor de bordado, sustituía las transparencias por telas de diferentes calidades y texturas y las proyectaba en la pared.
Nunca imaginé que la ampliación de esas texturas y entrecruzados fuera tan diversa y asombrosa.
En el año 1665 el matemático y físico Robert Hooke utiliza el microscopio inventado por Johannes Kepler para estudiar diferentes objetos, y publica el libro: Micrografía: o algunas descripciones fisiológicas de los cuerpos diminutos realizadas mediante cristales de aumento con observaciones y disquisiciones sobre ellas.
Ese libro recoge análisis de objetos cotidianos que había observado con su propio microscopio, ordenados desde los objetos más simples hasta los más complejos objetos artificiales, elementos inertes, el mundo vegetal, el reino animal y observaciones telescópicas. Mientras observaba finas láminas de corcho, Hooke describió lo que vio como poros: Fue la primera persona en utilizar el término célula para describir lo que más tarde se reconocería como los componentes básicos de todos los organismos vivos, plantas y animales. En el primer capítulo del libro, dedicado a objetos artificiales, hay detallados análisis y dibujos de una fina estopilla o tela de lino, de tafetán o seda en relieve y de muaré de seda o paño.
Diez años después, Anton van Leeuwenhoek perfecciona el microscopio (llega a pulir los lentes hasta que amplíen más de 200 veces), y es el primero en descubrir y describir microorganismos y bacterias, animálculos. Mencionó por primera vez los espermatozoides y las células sanguíneas humanas, y desmontó la teoría de crecimiento espontáneo de los insectos al descubrir pequeñas crías de insectos en los huevos que se encuentran en el cuerpo de las hembras. Es llamado el padre de la microbiología.
Pero Van Leeuwenhoek no era un científico. Era un comerciante de telas que llega a perfeccionar los lentes de los cuentahilos o lupas que se utilizan para revisar la calidad de los hilos y el tejido de las telas.
Ver con detenimiento una telas fue causa de grandes descubrimientos.
Quiero hacer el mismo ejercicio de Hooke y Van Leeuwenhoek, pero no de manera individual, sino develar el asombroso mundo que se abre al proyectar minúsculos pedazos de tela. No reducir la mirada individual al visor de un microscopio sino ampliar la muestra para hacerla visible a un público.
Esta obra es un anhelo y exhorto a la transparencia, y a poner lo que queremos analizar en blanco y negro. La imagen sólo se produce por los espacios que hay en el entrecruce de las tramas y urdimbres.
Micrographia. Tramas diminutas observadas mediante cristales de aumento
2024-25
Video de 80 imágenes de texturas de telas emitidas por un proyector de carrousel de diapositivas de 35 mm.
80 marcos de dispositivas de 35 mm con igual número de telas, proyector de diapositivas de carrousel y mesa para el proyector.